jueves, 28 de agosto de 2014

6. Protestantismo y evangelización indígena en el Perú. 1895-1930

6.1. El movimiento Indigenista

La preocupación del movimiento indigenista fue rescatar al indio de la opresión y del engaño, darle el  sentido de ser ciudadano y que tenga un nivel igual a todos.  Para Luis E. Valcárcel: El indigenismo es, "Un movimiento reivindicatorio de los derechos humanos en diversos planos vetados por la clase dominante de la raza blanca". El movimiento indigenista quiso reivindicar al indio, manifestándose al principio como un indigenismo literario, luego, de denuncia oficial y, al final, de connotaciones políticas.

6.1.1. El indigenismo literario

Inicialmente los problemas del indio se exponen por medio de la literatura. En la novela de Narciso Aréstegui "El Padre Horan", 1848, se menciona a una pareja de indígenas, Dionicio y Leandra, ahí se describe los abusos que se cometen contra ellos, el tributo, las faenas y el reparto. El historiador Jeffrey Klaiber menciona tres elementos básicos en la novela de Aréstegui respecto al indigenismo literario: el énfasis sobre la influencia del clero, el reconocimiento de los hondos sentimientos del pueblo y una representación romántica a los indios, la novela de Aréstegui representó una ruptura con la tradición elitista liberal en la medida que intentó describir la vida de los indios desde su propia perspectiva". La novela servirá después para muchos temas que serán retornados por otros. "Aves sin Nido", de Clorinda Matto de Turner, en 1889. Según Nelson Manrique esta obra señala el nacimiento del indigenismo literario. Esta novela es un elogio a la inocencia andina que es, al mismo tiempo, una suerte de elegía de proclama. Algo así como una tierna despedida de un mundo históricamente insostenible, y una apasionada arenga para que ingresemos a un nuevo nivel de desarrollo histórico por medio de la educación, pero también la autora menciona la llegada de un "cristianismo puro" como elemento de fermentación de este nuevo mundo. El pensamiento de Clorinda Matto, ¿presagiaba un cristianismo protestante? o ¿esperaba una reforma en el seno del catolicismo peruano? En ella encontramos, pues, las soluciones al problema indígena: la educación y el cristianismo puro. Haber escrito esta novela, le costará la excomunión de la Iglesia Católica. Su libro será quemado en las plazas públicas y tendrá que acogerse al exilio hasta su muerte". Viajo a Argentina y trabajó para la Sociedad Bíblica Americana, en la traducción de los Evangelios al idioma quechua en 1894. En una de sus introducciones dice lo siguiente: "Con el Evangelio irá la luz y consuelo a los hogares indígenas”. El evangelio, para Clorinda Matto, no solamente es consuelo para el alma, sino también es poder de Dios para transformar, para cambiar, para darle sentido a la vida y buscar la justicia social que tanto se necesita. Este es el deseo de Clorinda Matto quien, más tarde, se convirtió al protestantismo como lo afirma el historiador Jorge Basadre." Clorinda Matto se refugió en Argentina, donde trabajó para la Sociedad Bíblica Americana y escribió para la revista "El Bucaro Americano".

6.1.2. Asociaciones y movimientos

Una de las primeras asociaciones en manifestar su deseo de ver el problema indígena resuelto, fue "La Asociación Pro-Indígena" fundada en 1909, que tuvo entre sus principales representantes a Pedro Zulen, Dora Mayer y Joaquín Capelo.  Según Basadre, esta asociación tuvo carácter privado y no oficial, en favor de la conciencia nacional. Aunque muchas veces ignorada y despreciada sus objetivos principales se centraron en organizar un servicio de vigilancia en favor del indígena, con delegaciones en toda la República y uso de la prensa y los poderes públicos, para que no se les niegue el derecho y el beneficio de las leyes. Más tarde editarían, un boletín llamado El Deber Pro- Indígena, y publicarán algunos folletos. También dictarán conferencias sobre el problema indígena, y uno de los asiduos concurrentes a estas conferencias era el misionero Juan Ritchie, llegando a ser uno de sus asociados. Este proyecto terminará sus actividades en mayo de 1916. La Asociación contribuyó a la acción social del movimiento protestante, sobre todo por la formación y el inicio de las actividades de la llamada "Hacienda Pro-Indígena Urco". Esta asociación de Pedro Zulen, tendrá el reconocimiento de los evangélicos. La revista El Heraldo, en su publicación de noviembre de 1911, felicitaría y llamaría a la cooperación de este movimiento y también publicaría sus panfletos, sumándose también la revista metodista el Mensajero. La Asociación sería una de las primeras en manifestar el deseo de rescatar al indígena, buscando la justicia social tan deseada por ellos.

6.1.3. El patronato de raza indígena y los planteamientos sociales y políticos

El Patronato de la Raza Indígena, institución oficial representada por el Arzobispado de Lima, se constituyó en mayo de 1922. Anteriormente desde 1921 hasta 1924 hubo un congreso por año, allí nació el Comité Pro- Derecho Indígena Tahuantinsuyo. Hubo un congreso por año hasta 1924. El Patronato resultó ineficaz. Este "indigenismo de Estado"  como lo llaman Burga y Flores- Galindo o "indigenismo oficial", solo se limitó al terreno declarativo. Uno de los primeros en manifestar la problemática del indio y buscar soluciones, a inicios del siglo XX fue Manuel Gonzales Prada. Para este gran intelectual y anarquista, director de la Biblioteca Nacional y vinculado a la Sociedad del Libre Pensamiento, el problema del indio, no solo es pedagógico sino económico y social. En esto tiene el mérito de haber delineado el pensamiento de José Carlos Mariátegui respecto a lo social y/o económico y plantear la solución al problema. Para Gonzales Prada la violencia se presenta como un medio para la solución del problema, pues considera que los opresores no cederán. El llamado es hacia una revolución completa. Respecto al problema de la tierra, como cuestión fundamental para resolver el problema indígena, Hugo García Salvatecci señala que Gonzales Prada se adelanta a Mariátegui. Otro de los intelectuales que trató la problemática del indígena fue Víctor Raúl Haya de la Torre. Para él, la causa del indio es social y no racial; la lucha del indio se puede traducir en la lucha contra el latifundio. En esto tiene una relación directa con el indigenismo de Luis E. Valcárcel, así como el de Gonzales Prada en la cuestión social. Esto involucraba todo un proceso de socialización del indio, pero, cuando el APRA llego al poder estos planteamientos quedarían en intenciones. Valcárcel señala que el problema indígena pasó a segundo plano porque la acción política se centro en atender los problemas de turno. Otro personaje que analizo el problema indígena fue José Carlos Mariátegui. A su regreso al Perú dictó clases en las Universidades Populares Gonzales Prada y fundó la revista  Amauta, reuniendo a los principales exponentes de la  literatura, la política, el arte, tanto peruanos como extranjeros. Mariátegui  contribuyó a la creación del Partido Socialista Peruano y de la  Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP). Para Mariátegui, el problema del indio no era una cuestión ética ni moral, tampoco estaba en la educación, el problema indígena era el problema de la tierra, y la solución definitiva es el  socialismo. Su prematura muerte impidió ver los logros de tal  planteamiento.

6.2. La Perspectiva Protestante sobre el Problema del Indio

Mientras que las asociaciones indigenistas y los intelectuales debatían sobre los problemas y posibles soluciones al problema indígena, algunas misiones protestantes realizaban una serie de acciones para reivindicar al indígena, educándolo, enseñándole técnicas agrícolas, construyendo centros asistenciales, botiquines, orfanatos; haciendo que el evangelio plantee ciertas soluciones al problema indígena. En este sentido el profesor Dávalos-Lisson (1863-1942), señala en su libro sobre las causas geográficas, políticas y económicas que han detenido el progreso moral y espiritual del Perú, en el primer siglo de su vida republicana, haciendo alusión a los evangélicos y sus denodados esfuerzos a favor de la moral cristiana, logrando corregir costumbre inmorales y el alcoholismo. Por su parte Juan A. Mackay, comentando el mencionado libro, señala que a Dávalos-Lisson le faltó decir que la Iglesia Católica ha sido un atraso para el progreso moral y espiritual del Perú, en el primer siglo de su vida independiente. Sin embargo, para algunos; la presencia protestante en la sociedad indígena obedecía a factores externos. Para Dora Mayer de Zulen y José Carlos Mariátegui, el protestantismo era una avanzada del imperialismo anglosajón y los misioneros protestantes representaban la vanguardia del imperialismo yanqui. Pero para Luis E. Valcárcel y José Antonio Encinas, los misioneros protestantes no tenían más fines políticos que atender la necesidad del indio puneño y cusqueño. Pero, además, estas acusaciones tienen otra explicación y se circunscriben a una ideología de la sospecha formulada por Karl Marx y difundida por la corriente socialista muy en boga desde finales de la segunda década del siglo XIX. Recordemos que en los tiempos de Marx y Engels (1845-1895) el centro de la investigación y el debate todavía seguía siendo el desarrollo del capitalismo, por eso la obra fundamental de ellos fue El Capital, pero a partir del triunfo de la Gran Revolución Rusa 1917,  los obreros empezaron a asumir la función de clase dirigente de la humanidad, y el centro de la investigación y el debate pasó a ser el desarrollo de la naciente sociedad socialista. En el Perú durante los años veinte, nacieron dos movimientos políticos de masas, el aprismo con Haya de la Torre y el comunismo con José Carlos Mariátegui, que marcarían buena parte del desarrollo político peruano a partir de 1930. El APRA se presentó como una organización política populista, antiimperialista y nacionalista, de clara influencia marxista en sus primeros años de vida e introduciendo la violencia revolucionaria en el léxico de la política peruana, luego se formaría el partido comunista en 1928, consecuencia de las diferencias entre Mariátegui y Haya de la Torre, el partido comunista iría en favor de los obreros y movimientos sindicales, sobre la base de una interpretación marxista de la sociedad peruana. Serían estos partidos y su teoría política los que terminaron por desarrollar una ideología de la sospecha contra todo lo que venía del Norte. Por ello no es de sorprenderse que los intelectuales de tendencia socialista miraran con sospecha a los "yanquis" sin distinguir si que fueran misioneros norteamericanos, escoceses, ingleses, australianos, canadienses, suecos, checoslovacos, noruegos, entre otros, que trabajan para una entidad misionera en el Perú. La referencia a la labor en el Cusco es la de la Hacienda Pro-Indígena Urco. Tomando a Valcárcel, podemos añadir que la obra de los protestantes no era parte de una avanzada imperialista, sino una manifestación legítima del evangelio, que enseña el amor al prójimo, al indio, prisionero de una situación de pobreza, explotación y olvido.

Para entender la obra evangélica de las misiones protestantes en este periodo, se tiene que tomar en cuenta los acuerdos en los congresos evangélicos, especialmente el de Panamá en 1916 y de Montevideo en 1925, en donde se verá con especial interés el problema del indigenismo en Latinoamérica y el Perú. El congreso de Panamá motivaba hacia una activa participación del creyente en la sociedad y uno de sus acuerdos fue que la educación debía recibir una gran atención y promoción. De esta manera el congreso reafirmaba la confianza casi ciega en el sistema liberal usando como medio la educación para escalar socialmente. En este parecer el Congreso hace seis observaciones al respecto. 1) El alto porcentaje de analfabetismo en América Latina demuestra su necesidad educativa. 2) La educación evangélica debe ser técnicamente igual a la educación estatal. 3) Se debe procurar alcanzar a los latinoamericanos cultos. 4) Los líderes latinoamericanos necesitan una visión educativa distinta a la ya abandonada perspectiva católica. 5) La preparación educativa de los líderes latinoamericanos es inferior. 6) Las escuelas misioneras deben enseñar técnicas industriales y agrícolas para mejorar la economía de los pueblos. Resultados indirectos de este énfasis en la educación son el movimiento juvenil en la década de los años treinta y el movimiento estudiantil universitario unos años después. Por esa época se elaboró informes sobre la situación y el trabajo con los indígenas en el Perú, Ecuador y Bolivia. En este último país, los bautistas canadienses formaron en 1911 la Peniel Hall Society para la evangelización y educación de los indios. Para ello compraron unas cuatrocientas hectáreas de terreno, que incluían los derechos feudales de doscientos setenta y cinco indios; el indio tenía que trabajar.  La Hall Society procedió a enfrentar el problema de la manera siguiente: repartió las tierras de acuerdo a la capacidad de trabajo de los indígenas, otorgando un plazo de cinco años para que demostraran si eran o no capaces de administrar ellos solos las tierras; también se le brindó enseñanza agrícola. La explotación agrícola de Peniel Hall demostró, como afirma Stanley Rycroft, que el sistema de propiedad privada sobre una base cooperativa es ventajosa para el indio, y que el único fundamento para la redención del indio ha de buscarse en la regeneración moral y espiritual en Jesucristo. Era precisamente un modelo de misión.

En el Perú, las iglesias protestantes de la sierra fundaban escuelas, ligas antialcohólicas, denunciando a aquellos que oprimían al indio por medio de la bebida. De allí la propaganda de la Sociedad  de Temperancia, de buscar leyes y decretos contra el abuso de las bebidas alcohólicas. Pero el Congreso de  celebrado en Montevideo en 1925, contempló el problema del indio con un especial interés. La comisión pertinente sintió el peso de la responsabilidad de las iglesias en  cuanto a la evangelización, entre sus conclusiones destaca: la necesidad urgente de efectuar una obra auxiliar en bien de los indios, haciéndolos buenos ciudadanos, con suficiencia y respeto, conforme a un buen cristiano. Los ministros evangélicos tenían que enseñar a los indígenas lo que significa nación, patria, derechos y justicia, formarles una conciencia social. Y a los misioneros se les recomendaba aprender su lengua nativa, vivir con ellos, si les permiten y predicarles el evangelio. En síntesis la solución protestante al problema del indígena, sería mediante un acercamiento al Cristo real y personal, como también por medio de la enseñanza de las Sagradas Escrituras. Así la existencia de las misiones adventistas en las comunidades de Puno, los evangélicos en Cusco, los bautistas de Guatajata, Bolivia, representan esa respuesta a una problemática vigente producida en torno al problema del indio. La solución protestante al problema del indio desde la segunda década del siglo XIX se manifiesta a través de su mensaje y su labor social. Tarea que se cumple con la construcción de escuelas, orfanatos, clínicas, etc. Esta fue la alternativa protestante ante una acción débil y desacreditada del estado y la iglesia católica  frente a la problemática indígena.

6.3. Modelos de Evangelización Protestante en el Perú

La herencia colonial: Lo que primó en la educación peruana republicana es la herencia colonial. Ninguna reforma educativa pudo superar esa cultura peruana impregnada por el conservadurismo. La única propuesta verdaderamente liberal de educación que pretendió eliminar los valores coloniales en la educación peruana fue la de José Antonio Encinas, que enfrentó resueltamente los elementos clericales, el autoritarismo y el intelectualismo de la escuela, en las primeras décadas del siglo XX. [El movimiento de la escuela nueva que se desarrollaba como un requerimiento de la segunda revolución industrial y de la ciencia y tecnología modernas, fue asumido por José Antonio Encinas, quien, además, consideró de gran importancia los aportes de la educación social desarrollada en la URSS luego de la revolución de octubre de 1917. Este movimiento fue, combatido por los intelectuales de la oligarquía, que sólo tuvo en cuenta los aspectos formales de la escuela nueva, sin desarrollar sus elementos modernos y renovadores. El espíritu conservador y elitista de Alejandro Deustua, se impuso en toda la línea]. Manuel Vicente Villarán en su crítica liberal a la educación republicana, centra su atención en esa tradición clerical y oficinesca en la formación de profesionales, a los cuales se les preparaba al margen de una moderna economía productiva, tecnológica y ligada al desarrollo del país. La educación peruana mantuvo los rasgos arrastrados del virreinato: conservadurismo axiológico, enciclopedismo, escolasticismo, memorismo, principalmente. Características que definen una educación detenida en el tiempo medieval. La educación peruana no pudo hacerse de los elementos programáticos que una educación moderna debía de desarrollar en pleno siglo XIX y, con más compromiso, en el siglo XX, siglo de grandes movimientos pedagógicos que lograron revolucionar la escuela en no pocos países, tanto del mundo capitalista como del mundo socialista, como una tendencia a la universalización de la educación concebida como derecho de los pueblos.

Lo anterior nos permite señalar que la educación peruana republicana carece de los elementos de la modernidad que se expandió a partir de la Revolución Francesa de 1789. Es que una educación que seguía alimentándose de la herencia colonial, carecía de la capacidad para desarrollar los elementos de toda educación moderna, como la educación no confesional o laica, la educación científica como uno de los ejes del currículo, la coeducación como elemento democrático en la lucha por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, la educación popular como expresión de la democratización de la cultura, la planificación de la educación y la escuela pública única como el único instrumento institucional para la gratuidad y la universalización de la educación. ¿Qué impidió que la educación peruana republicana pudiera desarrollar los elementos de la educación moderna que naciera en los países más desarrollados de la Europa occidental? He aquí la pregunta fundamental para hurgar en el origen de nuestra larga crisis educativa. La crisis de la que hablamos puede definirse como la incapacidad de superar la herencia colonial de la dominación española, pero también la impotencia para hacer frente al neocolonialismo al que estamos atados desde hace décadas. Ambos tipos históricos de dominación han convertido a nuestra educación en instrumento de reproducción del subdesarrollo cultural y la dependencia de valores ajenos a nuestro pueblo y a nuestro destino histórico.

Las raíces estructurales tienen que ver con una educación asentada en una economía atrasada, sin desarrollo de las fuerzas productivas, un Estado antidemocrático y centralista, con una estructura económica, social y estatal desfasados del desarrollo moderno, era imposible una educación renovada. A esto se suma la poca responsabilidad de los maestros, de promover, desde las aulas, la formación de una nueva conciencia para cambiar el país, y también de impulsar suficientemente la organización política del pueblo para luchar por el poder del Estado.

Hitos en la lucha por una nueva educación en el Perú : A lo largo de la vida republicana, no obstante las conservadoras políticas educativas de los gobernantes peruanos y sus asesores extranjeros, se han producido en nuestro país importantes movimientos pedagógicos de orientación renovadora. Sumariamente vamos a señalar los más importantes. Desde fines del siglo XIX, bajo la influencia del movimiento social que llegaba de Europa, en el Perú aparecieron iniciativas renovadoras sobre el derecho de las mujeres a la educación, no solamente elemental, sino profesional. Este movimiento removió el espíritu conservador de la oligarquía peruana desde una perspectiva liberal. El movimiento feminismo de principios del siglo XX aceleró esta tendencia hasta convertirse en una lucha por los derechos políticos de la mujer. Pero fue un movimiento minoritario que no pudo romper el proceso colonial de la educación separada de los sexos. Al movimiento a favor de la educación de la mujer y su derecho a la emancipación, la oligarquía enfrentó en las escuelas secundarias con el curso de "educación familiar" bajo los parámetros de una orientación conservadora, basada en la vida familiar tradicional y sus modales.

La Hacienda Urco se encuentra ubicada en la provincia de Calca, departamento del Cusco, en el valle sagrado de los incas. Fue adquirida por la misión protestante en 1908, y estuvo a cargo de Allen Job, misionero australiano con conocimientos de agricultura. Se denominó a la hacienda, Sociedad Pro-Indígena Urco.  La hacienda consistía en unas 100 hectáreas de tierra de riego a 3,000 metros sobre el nivel del mar, y tres inmensas punas a 4,000 metros y más. Junto con la hacienda, la misión recibió a más de 17 familias indígenas, y otras vinieron después. Se les permitía sembrar papa y mantener sus propios animales. Como pago debían cuidar los rebaños de la misión, limpiar las acequias una vez al año, cultivar las tierras de riego. Cuando trabajaban para la misión, se les pagaba 20 centavos al día. En comparación con otras haciendas, 20 centavos era un buen salario aquel entonces. La Sociedad Pro-Indígena Evangélica cumplió un rol muy especial; era el modelo puesto en práctica para rescatar al indígena de su estado de postración. En 1918, la Sociedad Pro-Indígena Evangélica, en competencia con otras 200 haciendas, se hace acreedora al primer puesto y medalla de oro por la calidad de sus productos agrícolas. Juan Ritchie comenta que su éxito se debía a los métodos agrícolas avanzados, a la educación que se impartía, a la atención de los enfermos  y a la predicación del evangelio. Esto permite apreciar la importancia del protestantismo indígena frente al poco provecho teórico de algunos sectores políticos sobre el problema del indio. El problema, para el protestantismo radicaba, en la distorsión del cristianismo, en el alejamiento de las verdades de las Sagradas Escrituras. Por este motivo, la solución estaba en la rehabilitación del indio, por medio de la regeneración, como lo afirma Rycroft; la comprensión de un Cristo real y verdadero,  le da sentido la vida, la regeneración produce cambios en la persona, y un sentido de comunidad y respeto hacia los semejantes. José Antonio Encinas (1886-1958), gran educador, diputado por Puno y más tarde senador de la República, comentaba con mucha expectativa y bienestar que los indios protestantes eran sobrios, trabajadores, limpios; sabiendo leer y escribir, con una nueva conciencia de sí mismo. Encinas informaba que los cambios que producía el Evangelio en la vida de los indígenas, hacía de ellos personas de provecho, y que el criterio religioso era un elemento clave para la regeneración de la raza. Por esta razón Encinas llamará a los jóvenes a apoyar la obra de los protestantes, ya que éstos devolverían a los indios convertidos en ciudadanos útiles para el país." Finalmente podemos concluir que existió en el seno del protestantismo un pensamiento social respecto al problema indígena, que se llevó a la práctica y que fue alternativa de solución para el rescate del indio.

6.4. Conceptos sobre el Protestantismo indígena Latinoamericano

La llegada del protestantismo a Latinoamérica ha dado lugar a múltiples interpretaciones: desde argumentos que apuntan hacia una forma de colonización ideológica norteamericana que va desde la religión, pero que apunta hacia la inmovilización y dominación de toda la cultura indígena. Algunos como David Stoll, han señalado que el protestantismo es una propuesta abierta. J.P. Bastian (1986, 166) señala que el protestantismo lejos de ser penetración ideológica imperialista o religiones enajenantes resultan ser más bien dispositivos de defensa concebidos y establecidos por los propios campesinos utilizando lo sagrado como instrumento de transformación. Además señala que el protestantismo rural es aquello que integra, convive e impregna prácticas de tipo mágico-religiosa. En este sentido la continuidad de la cultura autóctona encuentra una posibilidad en el protestantismo exógeno. Según esta perspectiva la conversión indígena al protestantismo busca renovar antiguas prácticas religiosas a fin de reestructurar el mundo indígena. Otra característica del protestantismo indígena es que se desarrolla a la par con las migraciones y distantes del control religioso.

Algunas interpretaciones sobre la relación entre protestantismo y política refieren que los evangélicos rechazaban el poder político, pero en otros como lo ha señalado Lalive  D’Epinay para el caso de Chile refieren a una propuesta contestaría al orden político institucionalizado. Así el protestantismo en algunos casos se relaciona con una forma de rechazo y condena de la población marginada hacia un sistema social que es violento y opresivo. Se presenta como una religión de los oprimidos con un mensaje de tipo milenario que expresa y promete esperanzas y sueños de un mundo mejor.  Esto se ve expresado en la mezcla de la tradición mágico-religiosa y el evangelismo. La expresión más evidente de esta apropiación es la capacidad de reelaboración de la práctica religiosa. Otros señalan que el protestantismo no ha llegado a penetrar en la conciencia indígena más allá de los límites que la fuerza de la tradición cultural y religiosa le impone.  En tanto para David Stoll, las iglesias evangélicas representan una nueva forma de organización social; el protestantismo debe ser entendido como un movimiento popular donde las relaciones son más igualitarias y participativas, permitiendo incluso a los más pobres asumir roles de liderazgo.  Según David Martin, los cambios y la aculturación del protestantismo han ido en dirección a la fragmentación y a la autonomía; autonomía que se refiere al carácter nativo y al autogobierno de las iglesias. Además señala que el protestantismo se ha expandido en los países en donde la iglesia católica se ha debilitado pero a su vez la cultura religiosa se ha mantenido fuerte. Sin embargo esta afirmación solo representa algunos casos. También señala que el protestantismo en su rostro pentecostal reanima física y espiritualmente a los pueblos indígenas, por su enfoque espiritual.  J.P. Bastian ha señalado que si la difusión del pentecostalismo, cuya dimensión endógena está bien representada, no expresa más bien una cierta continuidad de la resistencia a la integración a Occidente a través de un trabajo sobre la diferenciación religiosa en países católicos y sobre la alteridad étnica reforzada con la selección de prácticas y creencias en afinidad selectiva con el universo religioso ancestral. Si fuese así estuviéramos hablando de un mero sincretismo religioso y por otro lado estaríamos obviando algo que es muy claro, en la predica evangélica pentecostal la experiencia e intervención del Espíritu en el desarrollo denominacional.   

ANDRADE, Susana. Protestantismo Indígena, Proceso de conversión religiosa en la provincia de Chimborazo. http://repository.unm.edu/bitstream/handle/1928/12367/Protestantismo%20ind%C3%-ADgena.pdf?sequence=1
VALCÁRCEL, Luis E. Tempestad en los Andes, Perú, Colección Autores Peruanos, (1927), 2006, pp 135 - 146
MARIÁTEGUI, José Carlos, Siete ensayos de la interpretación de la realidad peruana. Lima,  JUCEN. 1950.
GUTIÉRREZ Tomás. Los Evangélicos en Perú y América Latina, ensayos sobre su historia, Lima, CEHILA, Ediciones AHP, 1997, pp 107 - 176
PAREDES Rubén, La Nueva Presencia Indígena Evangélica en América Latina, Lima, PUSEL, 1982 
La misión: Una tarea que nos transforma, empodera y envía. http://www.monografias.com/trabajos87/ mision-tarea-que-nos-transforma-empodera-y-envia/mision-tarea-que-nos-transforma-empodera-y-envia.zip, consulta el 22 de septiembre de 2011
RAMOS Bosmediano José. Algunas notas sobre la historia de la Educación Peruana. http://vanguardia-intelectual.blogspot.com/2010/06/algunas-notas-sobre-la-historia-de-la.html


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