2. El trasfondo histórico
del cristianismo latinoamericano
2.1. El mundo indígena y la idea de un "nuevo
mundo"
¿Cómo fue posible que un insignificante y reducido
grupo de españoles destruyera sin mayores trámites el fuerte y bien organizado
imperio incaico?” Algunos autores señalan que los indígenas percibieron la
conquista española a través de la estructura de sus mitos. Consideraron a los
españoles como sus dioses que regresaban a castigar el pecado que habían cometido y venían a imponer el orden y la paz (para los aztecas
era Quetzalcóalt y para los incas Viracocha). Tanto la llegada de Cortés a
México como la de Pizarro a Perú se produjeron en fechas en que se esperaba un
cambio coincidente con lo que decían las profecías religiosas indígenas. Otro
factor que facilito la conquista, recae sobre la conciencia religiosa. La
religión cristiana es optimista, aunque sostiene la creencia en el día
del juicio también promete la vida eterna dada por un Dios de amor, mientras
que para los indígenas sus ídolos eran dioses de ira y cruelmente castigadores
del pecado a los cuales había que tranquilizar y aplacar por medio de ofrendas y
sacrificios: una religión con características pesimistas especialmente en los
aztecas. Esto determinó en cierta forma el marco religioso de la
conquista, los españoles se lanzaron con todas sus fuerzas por la causa divina
mientras que los indígenas se dispusieron a recibir el castigo de los
"dioses blancos" anunciadas en sus profecías. Esto favoreció la conquista
española, y su victoria no solo se debió a la superioridad técnica, militar y a
las divisiones entre los mismos indígenas.
La arribada del europeo al nuevo mundo contrajo una
serie de consecuencias que afectaron todos los ámbitos de la vida indígena.
Desde su organización político-territorial, su dinámica poblacional, su sistema económico, su organización social, su mundo cultural,
sus creencias religiosas, su modo de vida, su régimen alimentario, su vida
cotidiana, su cosmovisión del mundo, todo esto cambio para bien o para mal. Una
de las tantas consecuencias que engendró la intromisión europea en América es
la muerte de miles de indígenas. Aunque algunos historiadores señalen una
verdadera "catástrofe demográfica" otros, menos catastróficos, nos
dan una visión más amplia sobre el tema. Las cifras que dan los españoles encierran
fuertes intenciones y pretensiones, manejaban los datos, tergiversándolos, para
sus propios propósitos.
Los conquistadores
exageraron las cifras al momento de aumentar el número de los vencidos en
combate, destacando el valor de los guerreros españoles, así pudieron obtener
de la Corona mayores privilegios y recompensas. Igualmente los eclesiásticos
falsearon el número de los indígenas bautizados, resulta difícil entender cómo pudieron
lograrse tantos bautismos en masa, con tan pocos clericales. Aquellos que defendían
a los indígenas y que luchaban por su libertad se les acusaban de producir una alta
mortalidad de indígenas, a fin de hacer ver sus malos tratos con los indígenas.
Un ejemplo de ello es P. las Casas. Las razones
que provocaron el derrumbe demográfico son múltiples y resultaría difícil
determinar todas ellas, pero podemos señalarlos siguientes: guerras,
enfermedades, suicidios, abortos, movilización, cambio de economía, cambio de
dieta y producción, alcoholismo, monogamia y sobre explotación de mano de obra,
todas ocasionadas por los conquistadores a lo largo de la colonia.
2.2. El cristianismo español: La evangelización
católica
El estado colonial desde sus inicios se estructuró
y se legitimó sobre la base de 4 mecanismos de dominación que fueron centrales
en la política de la Corona:
-la Iglesia como sustento ideológico de la
conquista legitimando la evangelización.
- la burocracia como sistema administrativo central para coordinar y
efectivizar las decisiones de la Corona.
- el monopolio comercial como sistema económico para garantizar el total
dominio de las actividades comerciales entre España y las colonias.
- el fisco como fuente indispensable de recursos obtenidos a partir de
tributos e impuestos
Estas instituciones constituyeron la base del estado colonial
hispanomericano y se vieron obligadas a implementar reiteradas modificaciones a
lo largo del tiempo para adaptarse a la realidad americana. Asimismo, fueron centro
de múltiples irregularidades que provocaron conflictos sociales, crisis
institucionales y habituales excesos por parte de los funcionarios.
La evangelización de indígenas americanos se inició
en 1515. Los
conquistadores introdujeron los preceptos del Derecho romano en cuanto a
legislación y administración de justicia, el cual fue aplicado por la
burocracia del sistema colonial e impuesto a través del idioma, la religión, la
cultura y las instituciones de los españoles y los portugueses sobre la población
nativa. El principal elemento unificador de toda esta amalgama colonizadora fue
la Iglesia católica: el clero desempeñó un importante papel en la conversión de
la población indígena a la cultura hispánica y fue el agente encargado de
diseñar todo el sistema educativo en las colonias, además de construir
hospitales y otras instituciones caritativas. La Iglesia fue también el
principal agente económico y, con la única excepción del gobierno real, la más
grande propietaria de tierras en las colonias. Los clérigos ocuparon altos
cargos en el gobierno virreinal, desde banqueros a guías espirituales.
Los misioneros fueron los primeros en denunciar
ante la Corona los abusos perpetrados contra los indios por los encomenderos
españoles. Las denuncias de los misioneros, entre los que sobresale fray
Bartolomé de las Casas, llevó a que se convocara una junta de teólogos que
elaboró el primer cuerpo legal, las llamadas Reales Ordenanzas o Leyes
de Burgos, 1512, al que se le hicieron algunas adiciones en Valladolid. «Pero
la aplicación de toda normativa fracasó, pues el trabajo forzoso de los indios,
aunque limitado y humanizado, fue mantenido. En España continuó la polémica,
adoptándose como posturas extremas, por un lado, la de considerar a los indios
hombres libres y a la presencia europea en América lícita tan sólo en el caso
de estar dedicada a la predicación del Evangelio entre los paganos. Por otro
lado, se pensó que Dios había dado las Indias a España como en otro tiempo
diera a los judíos la Tierra Prometida; igual que Josué hizo ante Jericó, los
españoles podían reclamar “su” tierra y atacar, matar y esclavizar a sus
habitantes, por el hecho de ser idólatras. La llegada a España de fray
Bartolomé de Las Casas, un dominico que había sido encomendero antes que
fraile, coincidió con la muerte de Fernando el Católico. Las persuasivas quejas
y denuncias de Las Casas fueron acogidas por el regente, el cardenal Cisneros,
quien se apresuró a destituir a Juan Rodríguez de Fonseca y a cuantos habían
presidido la gestión política y económica de los asuntos de Ultramar.»
[Guillermo Céspedes 1985, vol bol. 1, p. 306]
La combativa actitud del padre las Casas, unida a
los problemas económicos del emperador Carlos V, impulsaron al monarca a
publicar las Leyes Nuevas en 1542, que abolían prácticamente la
esclavitud de los indígenas y los liberaban de la servidumbre. Los derechos del
encomendero no serían heredables. «El Nuevo Mundo ofreció a los frailes
castellanos la mayor oportunidad de la historia del Cristianismo para llevar a
la práctica los principios evangélicos. De ahí el tremendo esfuerzo realizado
por las órdenes misioneras (franciscanos, dominicos, agustinos y jesuitas) en
todos los campos de la actividad humana; esfuerzo que les llevó en más de una
ocasión a enfrentarse con los colonos, la Corona, e incluso las autoridades
religiosas seculares. Además de fray Bartolomé de las Casas, cuya actitud
indigenista le valió el calificativo de Apóstol de las Indias, otros
muchos religiosos se destacaron en la defensa de la dignidad del indio
americano: Bernardino de Sahún, estudioso de la cultura azteca, Vasco de
Quiroga, promotor de bellos proyectos inspirados en las utopías renacentistas,
Juan de Zumárraga, etc. La cristianización sin la hispanización, es decir, la
introducción de la cultura europea respetando la libertad y la independencia
política de los indios fue el objetivo perseguido por las órdenes religiosas
durante el siglo XVI. Sin embargo, las nuevas orientaciones del Concilio de
Trento (1563), base de la contrarreforma católica, y los intereses del rey
–responsable máximo de la Iglesia americana– determinaron un cambio de actitud
en la Iglesia indiana. Siguiendo las consignas de Trento, los sacerdotes
abandonaron la postura indigenista, que podía considerarse herética, y se
centraron en lo que recomendaba la ortodoxia: la enseñanza del dogma católico a
las distintas razas del Nuevo Mundo, y en las obras de caridad.
El resultado de este cambio de actitud,
desarrollado intensamente entre 1580 y 1630, fue doble. Por un lado, los
diversos segmentos de la población, incluido el indígena, convirtieron el
Catolicismo en una parte funcional de sus vidas; por el otro, la defensa de los
derechos humanos se desplazó hacia los negros, mucho más desfavorecidos que los
indios. Así, si el siglo XVI estuvo dominado por la absorberte personalidad del
padre De las Casas, la siguiente centuria vio el nacimiento del Apóstol de
los negros, San Pedro Claver, un personaje bastante menos combativo que el
dominico, que desarrolló una intensa actividad misional entre los africanos de
Cartagena de Indias.» [Vázquez, Germán / Martínez Díaz, Nelson: Historia de
América Latina. Madrid: Sociedad General Española de Librerías, 1990, pp.
118]
Durante muchos siglos, la empresa colonial
fue transparente: un país, aprovechándose de su fuerza, invadía a otro más
débil, se apoderaba de él y lo saqueaba. Nadie ponía en cuestión semejante
estado de cosas porque se trataba de algo que se venía practicando desde la
noche de los tiempos y todos, colonizadores y colonizados, aceptaban o se
resignaban a esta cruda realidad como a una fatalidad inevitable, consustancial
a la historia. El descubrimiento y conquista de América por los europeos
introduce una importante variante. Por primera vez y por razones religiosas el
colonizador se interroga a sí mismo sobre la justicia de la empresa
colonizadora y, en acalorados debates de juristas y teólogos, se arma de
razones, humanas y divinas, para justificar sus conquistas. Desde entonces, sin
dejar de ser lo que fue siempre, es decir, un acto de fuerza y de rapiña, la
colonización se atribuye a sí misma una misión evangelizadora y civilizadora:
desanimalizar a quienes viven en estado feral y humanizarlos gracias al
cristianismo y a la cultura occidental que aquél inspira. Para que este
objetivo tenga algún viso de realidad es imprescindible establecer como un
hecho indiscutible, científico, que el colonizado carece de los conocimientos y
luces indispensables para juzgar por sí mismo lo que más le conviene, pues se
trata de un ser desvalido y primario cuyos intereses y conveniencias son mejor
percibidos por la potencia que a partir de ahora ejercerá sobre él la tutela
colonial, una forma de autoridad benévola.
2.3. La presencia protestante en el Nuevo Mundo
El Protestantismo en
América Latina ha constituido, desde los inicios de la conquista y colonización
española de América, se remontan a los primeros años de la colonización del
continente.
Colonia de
la familia Welser en Venezuela, 1528 – 1546
La primera instalación del
protestantismo en América fue la colonia auspiciada por la Familia Welser en el
Occidente de Venezuela (1528-1546), apoyada por el mismo Carlos I de España
para pagar una de sus deudas bancarias, y que fue desmantelada por la Corona
años después, cuando la consideró como una ''peligrosa'' agrupación de
luteranos. Efectivamente, entre los colonos alemanes había destacados
luteranos, como el propio gobernador Ambrosio Alfinger y el vicegobernador
Nicolás Federmann, cuyos respectivos padres habían sido hasta firmantes de la
Confesión de Augsburgo. El historiador Lars P. Qualben afirma al respecto que
«por el año 1532 toda la colonia había aceptado la fe luterana», aunque no
respalda adecuadamente con documentos su afirmación. Con todo, la colonia ya
estaba completamente desmantelada en 1546.
Colonia
hugonota en Brasil, 1555 - 1567
Durante el reinado de Enrique II de
Francia, también se instalaron en América colonias de hugonotes fugitivos en la
bahía de Guanabara (1555-1560), cerca de la ubicación posterior de Río de
Janeiro, Brasil. Este refugio para protestantes de habla francesa perseguidos
fue totalmente aniquilado por mandato de Sebastián I de Portugal. Igual suerte
corrió otro pequeño asentamiento hugonote en La Florida (1562-1565) masacrado
por orden de Felipe II de España.
Colonia
holandesa en Pernambuco, (1624 - 1654)
A propósito de la Guerra
Luso-holandesa, los calvinistas holandeses ocuparon partes del noreste de
Brasil, colonizando y estableciendo allí la Iglesia Reformada Holandesa. La
obra misionera calvinista duró allí 30 años, hasta la reconquista portuguesa.
Colonia
escocesa en Panamá (1698 - 1700)
Junto a las expediciones de William
Paterson, hacia 1698, unos mil doscientos escoceses de confesión presbiteriana
arribaron a Panamá para establecer una colonia a orillas del Golfo de Darién
(en la Comarca de Kuna Yala (comarca) Kuna Yala), según el historiador escocés
Nat Edwards, el fracaso de la colonia representó para su país un duro golpe
económico, tanto así, que provocó su bancarrota y su unión forzada a Inglaterra.
El fracaso económico y los ataques españoles terminaron por disolver la
colonia.
Aventureros
protestantes
La segunda forma de llegada del
protestantismo a la América colonial española fue junto al arribo espontáneo de
trabajadores y aventureros independientes de alguna confesión protestante. La
Corona española siempre se esforzó por controlar estrechamente las
características de quienes pasaban a instalarse en sus colonias, pero varios
"herejes" protestantes, y también creyentes de otras confesiones
(judíos especialmente) lograron burlar los controles, y, posteriormente, varios
de ellos fueron descubiertos y acusados de "herejías luteranas"
(entre otras acusaciones) en los tribunales de la Inquisición española en
América aunque en muy pequeño número, durante los siglos XVI al XVIII. El
trabajo de los inquisidores fue muy exitoso, el protestantismo fue extirpado
con éxito de la América española y no volvió a aparecer sino hasta las Guerras
de Independencia hispanoamericanas.
PERIODIZACIÓN DELA HISTORIA DE LA IGLESIA EN
AMERICA LATINA (AUTORES)
1.
P. Damboriena
Prehistoria de la implantación del Protestantismo
Tanteos e iniciativas privadas: 1807 (Haití)-
1860
Entrada y establecimiento oficial de las
principales iglesias protestantes: 1916-1938
Unificación de esfuerzos 1916- 1938 (Congresos
Panamericanos)
Difusión sistemática y global en el continente
2.
Battle/Dusell
De 1555 a los años posteriores de la independencia
De l860 a 1916 a la entrada de las primeras
sociedades misioneras
De 1916 a 1938 a la unificación de fuerzas y al proyecto
misionero. Problematización y definición de objetivos
De 1938 a 1971 a la difusión global del
protestantismo y sistematización de la propagación
3.
Dusell
1973
Época de la Cristiandad Americana (1492-
1808)
Época de la Iglesia y los Nuevos Estados (1808-
1930)
Época de Camino hacia una Iglesia Latinoamericana
1984
Época La Cristiandad de los indios occidentales y el Brasil: 1492
- al siglo XVIII
Época de la Crisis de Cristiandad y el
Neo-colonialismo: Mediados del Siglo XVIII a 1955
Época de más allá del orden capitalista: 1959- 1978
4.
J.B. Kesler
Identificación de la Iglesia con el Régimen
Colonial
Lucha de la órdenes y el clero secular (1555-
1773) Entre el primer Concilio y la expulsión de los Jesuitas.
Protestantismo temprano 1800 (Iglesias de
trasplante)
Establecimiento del Protestantismo 1844
(Presbiteriano s, Anglicanos)
Expansión de las misiones de fe e iglesias
(Paidobautista, anabautistas y bautizadores con el Espíritu Santo)
5.
Read, Monterroso y Johnson
Tanteos. Iniciativas, colonización 1555-1850
Arribo de misiones de fe (de origen
independiente): 1850-1916
Unificación de fuerzas económicas y religiosas:
1916-1938
Congreso Internacional Misionero; misioneros
expulsados de China: 1938-1960
6. W. Bahamonde Con referencia a la iglesia en el
Perú
Primeros contactos- Inquisición: Conquista y
Colonia
Esfuerzos Misioneros- Era revolucionaria D.
Thomson / Sociedades Bíblicas; 1822-1831
Misiones Evangélica- Era Republicana -
Protestantismo Británico, 1831-1887
Establecimiento definitivo- Penzotti / Metodismo:
1880-1916
7. Jean-Pierre Bastian
Protestantismos coloniales 1492 - 1808
Sociedades Protestantes y Modernidad Liberal 1808
- 1959
-
Periodo1: los protestantismos dentro de la lucha entre liberales y
conservadores (1808 - 1850)
-
Periodo 2: Los protestantes y la conquista de los derechos liberales (1850 - 1880)
-
Periodo 3: La difusión de las sociedades protestantes y su oposición a los
regímenes oligárquicos liberales (1880 – 1916
-
Periodo 4: el proyecto del protestantismo misionero y sus límites en medio de
los populismos (1916 - 1959))
o
Organización territorial y surgimiento de una conciencia protestante
latinoamericana (1916 - 1929)
o
Protestantismo y populismos :el evangelio social (1929 - 1949)
o
Atomización protestante, crisis del proyecto misionero liberal y
anticomunismo (1949 - 1959)
Protestantismos en la Crisis del capitalismo
Dependiente 1959 - 1983
8. Hans Jürgen Prien
1807- 1850 liberales y anticlericales
1850 – 1880 inmigrantes protestantes
1880 – 1930 primeras organizaciones eclesiales
1930 – 1964 iglesia protestantes nacionalizadas
9. Gutiérrez Sánchez Tomas
Protestantismo Colonial (s. XVI - XIX)
Protestantismo y nacimiento de las nuevas
republicas latinoamericanas (1812 - 1848)
Protestantismo, libertad de conciencia y misiones
de fe (1850 - 1890)
Congresos protestantes y modelos eclesiales (1900
- 1930)
Proselitismo evangélico y nueva evangelización
(1930 - 1960)
Protestantismo y proyectos sociales en América
Latina (1969 - 1989)
10. Deiros Pablo
Los Antecedentes (1492 - 1810)
La Reaparición (1810 - 1880)
La Conquista (1880 - 1916)
El Establecimiento (1916 - 1930)
Desarrollo (1930 - 1960)
Situación actual (1960 - hoy)
11. Siclair
Independencia y Religión (1810 – 1850
Reforma y Tolerancia religiosa (1850 - 1880))
Sociedades misioneras y protestantismo de
civilización (1880 - 1920)
Populismo, oligarquía y protestantismo (1920 -
1960)
Atomización y mutación de los protestantismos
(1960 - 1990)
12. Fonseca Ariza
Los precursores: manifestaciones aisladas de
presencia protestante en medio de la lucha liberales – conservadores (1822 -
1888)
El conflicto: Protestantismo, liberalismo y lucha
por la tolerancia religiosa (1888 - 1915)
Entre el conflicto y la consolidación: los
proyectos del protestantismo misionero, movimientos sociales y modernización
(1915 - 1930)
La consolidación: nacionalización e
institucionalización del protestantismo en medio de los populismos (1930 -
1960)
El desarrollo: crecimiento, diversificación y
progresiva inserción social del protestantismo (1960 - 1990)
Hacia nuevas identidades evangélicas (1990 - ¿?)
Para Reforzar
H.J. PRIEN, Historia del
Cristianismo en América Latina, pp. 21-52
P. DEIROS, Historia del
Cristianismo, pp. 585 - 616
GONZALEZ, Justo. Historia del
Cristianismo, (La Era de los Conquistadores) pp. 133- 254
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